UNA EDAD QUE AÚN NO TIENE NOMBRE



Este escrito no sé de quién es, me ha llegado mediante la red, pero lo he encontrado tan interesante y bonito que lo quiero compartir y esparcir aún más:

Si observamos con cuidado, podemos detectar la aparición de una franja social que antes no existía: la gente que hoy tiene entre cincuenta y setenta años.

A este grupo pertenece una generación que ha echado del idioma la palabra "envejecer", porque sencillamente no tiene entre sus planes actuales la posibilidad de hacerlo.

Se trata de una verdadera novedad demográfica parecida a la aparición, en su momento, de la "adolescencia", que también fue una franja social nueva que surgió a mediados del S. XX para dar identidad a una masa de niños desbordados, en cuerpos creciditos, que no sabían hasta entonces dónde meterse, ni cómo vestirse.

Este nuevo grupo humano que hoy ronda los cincuenta, sesenta o setenta, ha llevado una vida razonablemente satisfactoria.

Son hombres y mujeres independientes que trabajan desde hace mucho tiempo y han logrado cambiar el significado tétrico que tanta literatura latinoamericana le dio durante décadas al concepto del trabajo.

Lejos de las tristes oficinas, muchos de ellos buscaron y encontraron hace mucho tiempo la actividad que más les gustaba y se ganan la vida con ello.

Supuestamente debe ser por eso que se sienten plenos; algunos ni sueñan con jubilarse.

Los que ya se han jubilado disfrutan con plenitud de cada uno de sus días sin temor al ocio o la soledad, crecen desde dentro. Gozan el ocio, para que después de años de trabajo, crianza de hijos, carencias, desvelos y sucesos fortuitos bien vale ver el mar con la mente.

Pero algunas cosas ya pueden darse por sabidas, por ejemplo que no son personas detenidas en el tiempo; la gente de "cincuenta, sesenta o setenta", hombres y mujeres, maneja el ordenador como si lo hubiera hecho toda la vida. Se escriben, y se ven, con los hijos que están lejos e incluso se olvidan del viejo teléfono para contactar a sus amigos y les escriben un correo electrónico o whatsapp.

Hoy la gente de 50 60 o 70, como es su costumbre, está estrenando una edad que todavía NO TIENE NOMBRE; antes, los de esta edad, eran viejos y hoy ya no lo son, hoy están plenos física e intelectualmente, recuerdan la juventud pero sin nostalgias, porque la juventud también está llena de caídas y nostalgias y ellos lo saben. La gente de 50, 60 y 70 de hoy celebra el Sol cada mañana y sonríe para sí misma muy a menudo ... hacen planes con su propia vida, no con la de los demás. Quizás por alguna razón secreta que sólo saben y sabrán los del siglo XXI.

La juventud se lleva por dentro.
 
La diferencia entre un niño y un adulto, simplemente es el precio de sus juguetes.

(Traducción a cargo de Rosa Muro Guardiola)


NOTA: Si te ha gustado, por favor comparte. Y si quieres hacer algún comentario, me será muy útil y de gran interés.

Telf.: 605 52 52 81

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