"El efecto bombilla: la importancia de la actitud." Víctor Küppers


Interesante explicación de Víctor Küppers sobre la actitud, sobre nuestra actitud vital, y cómo trata este tema la psicología positiva.



Aunque habla un poco acelerado. Motivo por el cual me ha parecido importante tener la transcripción:

A mí me gusta explicar siempre que las personas somos como bombillas, porque todos transmitimos: Hay veces que conoces a alguien y al cabo de dos o tres segundos de haberle conocido piensas "guauuu, olé olé y ole!", y hay veces que conoces a alguien y al cabo de esos mismos dos o tres segundos piensas "ole..."; llámale feeling, llámale química, pero el hecho es que los seres humanos transmitimos sensaciones y captamos las sensaciones que transmiten los demás. En ese sentido somos como bombillas.
Ahora bien, hay personas que van por la vida a 30.000 watios y hay personas que van fundidas, porque todos transmitimos pero no todos transmitimos lo mismo. Y lo que transmitimos viene de una fórmula, que a mí me gusta utilizar, que es V=(C+H)*A , es decir ¿cuánto vales tú como persona? ¿cuál es tu valor? Y alguien dirá "no, no, yo valgo un imperio", sin ninguna duda. Pero el imperio se concreta en estas tres letras:
  • la C que son los conocimientos (toda la vida hay que tener conocimientos),
  • la H que es la habilidad (que uno desarrolla con el tiempo y la experiencia)
  • y la A que es la actitud o la manera de ser.
Pero lo importante de la fórmula es que la C suma, la H suma, pero la A multiplica. Es decir, la diferencia entre el crack y el chusquero, entre el grande y el mediocre, no está en la C o en la H, está en la A.
Tú no eres una persona grandísima, que sin duda lo eres, porque tengas muchos conocimientos, tú no eres una persona grandísima por lo que has estudiado. Tú eres una persona grandísima por tu manera de ser.
A ti no hay nadie que te aprecie porque tengas un post-grado, nadie te aprecia por tu nivel de inglés, ni por los años de experiencia que tienes ni por tu cargo en la tarjeta. A tí te aprecian por tu manera de ser. Y todas las personas fantásticas tienen una manera de ser fantástica. Y todas las personas de mierda tienen una manera de ser de mierda. Perdonad la expresión, pero es la riqueza del castellano y hay palabras muy descriptivas. Todos conocemos personas así. Y no lo son por sus conocimientos, no lo son por su habilidad o experiencia, lo son por su manera de ser.
Si nos ponemos a pensar en los jefes que hemos tenido, no los valoramos por sus títulos, los valoramos sobretodo por su manera de ser.
Y en el plano personal nos pasa exactamente lo mismo: nuestros hijos nos valoran por nuestra forma de ser. Y nuestros amigos. Y nuestra pareja.
Al final, en la vida lo que cuenta es nuestra manera de ser.

El problema que tenemos es que muchas veces la vida es complicada, todos tenemos problemas, todos tenemos dificultades, el entorno no siempre es fácil, y eso hace que nos vayamos desanimando. Hay mucha gente que vive con esa sensación de "ffff", que no sé cómo se escribe pero que es un virus que nos contagia a todos; como cuando vas a algún sitio y alguien pregunta "hombre, ¿dónde vas?" y el otro responde "ffff, pues a una reunión que tengo ahora...". Hay muchas personas que van así, que han perdido la alegría, que han perdido la ilusión, que han perdido el ánimo, que han perdido el entusiasmo; y este es el ámbito de estudio de la psicología positiva, es decir, qué podemos hacer para mantener el ánimo cuando la vida no siempre va como queremos. Y tendríamos que hacerlo por tres motivos:
  • Primero porque no es lo normal. El estado natural de una persona normal es ir "chutado", estar contento, ser alegre, ser feliz. Que no sea lo habitual no quiere decir que no sea lo normal. Lo que pasa es que en un entorno complicado uno tiene dos opciones: la primera es la de resignarte, conformarte, tirar la toalla, dejarte llevar, no porque uno sea mala persona sino simplemente porque muchas veces el entorno o las circunstancias nos superan, y uno se ve arrastrado por un entorno lamentable. Pero hay otra alternativa que es la de luchar contra corriente para vivir con ilusión, con alegría; que se puede hacer y que vale mucho la pena, pero la palabra no es que se puede hacer, la palabra es que merecemos: todos merecemos vivir alegres, todos sabemos por experiencia que la vida es fantástica cuando uno va alegre. Y es fantástica como profesional, como pareja, como padre o como amigo. Y este es el primer motivo por el cual uno tiene que reaccionar: es porque no es lo normal.
  • El segundo es porque uno no se lo merece. Sobretodo a nivel personal, porque es verdad que dedicamos mucho tiempo trabajando, pero nuestro proyecto en mayúsculas en esta vida es NUESTRA FAMILIA, dar su mejor versión a su pareja, a sus amigos, a sus hijos. Porque, repito, la vida es genial cuando uno va alegre.
  • Y la tercera, porque tu estado de ánimo lo puedes trabajar. Tu estado de ánimo no es un elemento aleatorio en función del entorno, de las circunstancias, de tu jefe, de la empresa. No. El estado de ánimo se trabaja, es nuestra responsabilidad. Y la psicología positiva lo que propone son herramientas para poder trabajar el ánimo cuando las cosas no ayudan. Porque se puede trabajar, sin ninguna duda, uno puede centrarse en lo que es importante.
Hay una frase que dice: "lo más importante en la vida es que lo más importante sea lo más importante".
Pero vamos tan rápido que muchas veces olvidamos lo que es esencial.

Hay otra manera que es la de relativizar los problemas. Es verdad que la vida tiene dramas, porque todos tenemos dramas, pero dramas son cosas muy concretas. Y cuando uno tiene dramas tiene derecho a perder la alegría (sólo faltaría), pero los que no tenemos dramas tenemos una cosa que se llama "circunstancias a resolver", que es muy diferente, y uno no puede perder la alegría por cosas que son menores.

Una tercera idea sería aprender a ser agradecido, aprender a valorar lo que uno tiene, porque no sabemos lo que tenemos hasta que lo perdemos. Y no es demagogia, es una verdad como un piano. Uno no sabe lo que tiene hasta que lo pierde. Y a veces, pararse a reflexionar sobre las cosas que funcionan bien también ayuda a mantener el ánimo.

Otra es la de desarrollar la amabilidad.

En fin, la psicología positiva te propone muchas ideas y muchas herramientas prácticas, aplicables, útiles. Ninguna de demagógica, porque no estamos para hablar de demagogia ni para ir por la vida como ilusos, sino estamos para intentar luchar para ser lo mejor que podamos llegar a ser y eso depende de nuestra actitud, de nuestra manera de ser, porque nos va la vida en ello.

Transcripción: Rosa Muro Guardiola



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