La semana pasada veíamos cómo el adolescente se
encuentra ante una serie de valores que le han transmitido a lo largo de la
infancia desde diferentes ámbitos y cómo ha de decidir de entre todos ellos
para crear su propia personalidad y escala de valores.
Estos valores tienen que ver con lo que se quiere
conseguir en la vida, cómo se quiere conseguir, qué tipo de persona se quiere
ser, y cuales son las prioridades en la vida, a qué se le da más importancia,
entre otras cosas.
Hay tres cuestiones fundamentales sobre las que se
decide en esta etapa: Cómo es el mundo,
cómo son los demás y cómo soy yo. Y estas decisiones quedaran muy
arraigadas en la persona y condicionaran su vida y sus decisiones en el futuro.
Las decisiones sobre el mundo, por ejemplo, pueden ser: “hemos venido a este
mundo a trabajar”, o “la vida son cuatro días, lo mejor es divertirse”, o “lo
más importante es buscar la felicidad”, o “hemos venido a este mundo a sufrir”,
o “la vida es fantástica”, o “la vida es un asco”, etc. Seguir leyendo...
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