En la práctica
del día a día de la consulta de psicología, me he dado cuenta de que la mayoría
de los problemas que tenemos se reducen a dos cuestiones: Decidir o aceptar.
Las decisiones.
Blanco o negro, sí o no, dar un paso, decir una cosa, marcharse o
quedarse... si la solución parece tan fácil, ¿por qué no lo hacemos? ¿Por qué
esperamos mil años a resolverlo poniéndonos excusas, demorando, engañándonos a
nosotros mismos con la idea de que “ya se arreglará solo”, de que “tampoco es
tan grave”, “es una crisis pasajera”, etc.?... Seguir leyendo...
No hay comentarios :
Publicar un comentario