La rebelión forma parte
de la adolescencia. El joven necesita distanciarse, desmarcarse de la familia
para crecer. Y esta rebelión va siempre acompañada de angustia por parte del
joven y también de angustia y enfado por parte de los padres, que a menudo no
entienden qué está pasando.
Muchas veces, un familiar
cercano (hermano mayor, tío, tía) o un amigo, un maestro, etc. pueden jugar un
papel importante en estos momentos difíciles. Es importante que el joven pueda
acudir a un adulto de confianza si tiene un problema grave, cuando hay un
fuerte distanciamiento entre padres e hijos... Seguir leyendo...
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