La autoestima es aquello que la
persona siente hacia sí misma. Tiene que ver con lo valiosa que se siente la
persona, con la propia imagen física. Tiene que ver con si la persona se gusta
a sí misma o no. Es la sensación que tiene la persona de su propia valía.
Esto afecta directamente a la forma
como nos relacionamos con los demás, la capacidad para resolver los problemas y
afrontar las diferentes situaciones de la vida, etc.
Una autoestima “muy alta”, una
persona que se cree mejor que los demás, es en realidad una sobre-compensación
de una autoestima baja. El nivel deseable de autoestima será el nivel “normal”.
La persona que se siente bien con ella misma no necesita ir demostrando “su
superioridad”.
La autoestima influye en el tipo de
amigos que elegimos, en la elección de la pareja, y en la forma de
relacionarnos a nivel social. También afecta a nuestro rendimiento laboral: por
ejemplo, el miedo a “no estar a la altura” nos hará cometer algunos errores
absurdos. El miedo a “no tener bastante capacidad” en los estudios, hará que no
nos podamos concentrar de la misma forma, no rendiremos igual.
De pequeños, la familia y el
ambiente que nos rodean, dan más o menos importancia a algunos aspectos: así
pues, una familia donde se valora mucho el aspecto físico, se hacen
valoraciones constantes sobre si las otras personas “son guapas o feas”, etc.
seguramente hará que la persona base mucho su autoestima en tener un
determinado aspecto físico, que esté a la altura de las exigencias de su
familia. Esta persona será más sensible a este tipo de valoraciones.
Siguiendo en esta línea, una familia
donde se valora mucho el éxito académico, o ser muy trabajador, por ejemplo,
hará que la persona se valore a sí misma en función de estos parámetros y que
si las cosas no le van bastante bien, esto afecte a su autoestima. (“No me
merezco”, “no estoy a la altura”...)
La autoestima no es una cuestión de
ser más o menos agraciado o tener más o menos éxito en los estudios. Todos
conocemos a personas que, sin ser especialmente destacados por su aspecto,
tienen más facilidad para “ligar” que otras que tal vez no son tan agraciadas.
En definitiva, la autoestima se basa
en una decisión personal, de si yo valgo o no, de si soy merecedor o no
de ser querido, de qué me merezco y qué no y qué puntuación me pongo a mí
mismo. Esta puntuación me la adjudico en función de las “pistas” que me
dieron de pequeño: “eres muy guapa”, “el pobre es un poco feo”, “no harás nada
bueno”, “qué listo es este niño”, “la pobre no encontrará pareja”, “esta mocita
sí que vale”...
Es una decisión que se toma, de
forma no consciente, bastante temprano, y que está en función tanto de estos
mensajes como de algunas situaciones de la infancia. Un niño o niña que ha sido
maltratado, física o psicológicamente, probablemente sacará la conclusión de
que “se lo merece”, y su autoestima será muy baja. Una criatura que ha sido
abandonada física o emocionalmente por el padre o la madre o por los dos,
inconscientemente decidirá que no es digno de ser querido. Un niño o niña que
ha sufrido constantes comparaciones con otros niños (hermanos, amigos...)
“fulanito sí que hace bien las cosas, no como tú”, decidirá, inconscientemente,
que él o ella es “menos” que los demás, es un “ciudadano de segunda clase”.
¿Qué podemos hacer, pues, para
cambiar esto?
- Primeramente, tomar consciencia de qué nota me puse a mí mismo y en función de qué.
- En segundo lugar, analizar desde nuestra parte más consciente y razonadora, si eso tiene lógica, si es justo. Pensemos que toda persona tiene los mismos derechos, sea quien sea, sea como sea. Todos tenemos derecho a sentirnos bien con nosotros mismos. Y a no ser comparados con nadie. Todos somos dignos de ser amados y valorados, por el simple hecho de existir. Y no estamos en el mundo para cumplir con las expectativas de nadie.
- En tercer
lugar, tendremos que re-decidir cómo nos queremos sentir a partir de ahora con
nosotros mismos, haremos una revisión de la nota que nos pusimos. La podemos
cambiar. Estamos en nuestro derecho a cambiarla.
No hay comentarios :
Publicar un comentario