En los tiempos que estamos viviendo hay mucha gente que está sin trabajo. Pero es preciso no pararse...
Después
del primer impacto, una vez nos enteramos de que nos quedamos sin
trabajo, al principio tenemos muchas ganas de hacer cosas, muchos
proyectos, estamos activos. Pensamos que encontraremos trabajo
enseguida. Pero a medida que pasa el tempo, las fuerzas parecen irse y
las energías disminuyen.
Hay
estudios contrastados que demuestran que necesitamos un cierto grado de
"estrés" para funcionar. Todos sabemos que, cuando llevamos unos días
de vacaciones, bajamos el ritmo, nos relajamos y hacemos muchas menos
cosas que cuando llevamos el ritmo de la vida cotidiana. Cuantas más
cosas tenemos por hacer, más hacemos, más rendimos. Pero cuando tenemos
la sensación de tener todo el tiempo del mundo, nos relajamos y tenemos
tendencia a dejarlo todo "para mañana".
También
según los estudios, el grado de estrés influye de forma diferente en
las persona, según su tipo de personalidad. Las personas introvertidas,
tienen un nivel de estrés interno bajo, tienen un ritmo más pausado.
Necesitan pues, un grado de estrés "externo" mayor para ponerse en
marcha. Las persona extrovertidas, tienen un nivel interno de estrés más
alto, y con poca presión externa se activan enseguida. Pero por el
contrario, ante situaciones muy estresantes, cuando el nivel es muy
alto, las personas introvertidas funcionan mejor, y las extrovertidas
tienden a desbordarse por exceso.
Cuando
estamos en paro y tenemos pocas obligaciones, el reloj no nos apremia,
tenemos tendencia a relajarnos, a desactivarnos. Esto es peligroso. A
menudo me encuentro con personas que llevan bastante tiempo paradas y
han dejado de seguir incluso las rutinas más básicas, como llevar un
horario "normal". Cada vez van a dormir más tarde, se levantan más
tarde, el tiempo no les cunde...
Si
bien no es preciso madrugar, es bueno mantener un horario: levantarse
por la mañana, organizarse las tareas, incluso hacerse un horario por
escrito. Hacer las tareas de la casa, los recados, ponerse un horario
para buscar trabajo... Me he encontrado con personas en la consulta que
dicen que "no pueden venir tal día por la mañana porque han de ir al
médico... a las 5 de la tarde". Es la sensación de "aquel día ya lo
tengo ocupado". Cuando estábamos trabajando, íbamos por la mañana al
psicólogo, por la tarde al médico, hacíamos el trabajo, llevábamos la
casa y aún encontrábamos tiempo para ir al gimnasio...
¿Cómo
evitar esta desactivación? En primer lugar, es muy importante buscarnos
actividades, ya sean deportivas, artísticas, etc.: tener una obligación
y una motivación para salir de casa y ocupar el tiempo. Tanto da qué
actividad elijamos, puede ser simplemente, hacer limpieza de la casa o
pintar las paredes. A ser posible, conviene elegir una actividad fuera
de casa y con otras personas, sobre todo si vivimos solos, para evitar
la tendencia al aislamiento.
El
deporte, sea cual sea, nos activa. Salir a correr, en bici o
simplemente hacer una caminata diaria, aparte de ser saludable, nos hace
activarnos y segrega endorfinas, hormonas que nos hacen sentir bien y
nos ayudan a activar el cuerpo y la mente. Puede ser un buen comienzo
para romper con la falta de inercia. Los gimnasios han bajado los
precios...
El
tema del horario también es importante: seguir una rutina, una
estructura del tiempo. Nos cundirá mucho más. Puede ser un horario
genérico. Es importante levantarse cada día a la misma hora, aunque no
tengamos que "fichar", por un tema de estructuración. Ponernos una serie
de obligaciones, de rutinas y seguirlas.
En
cuanto a la búsqueda de trabajo, todos sabemos que cuesta mucho
encontrarlo y que es muy frustrante. Por eso va bien apuntarse a estas
oficinas de soporte, que hay en casi todos los municipios, donde nos
encontraremos herramientas para ayudarnos, personas que nos animarán y
personas con las que podremos compartir nuestra situación y no sentirnos
tan solos en nuestra lucha. En estos lugares te facilitan ordenador con
Internet, bolsas de trabajo, páginas que tal vez no conocemos,
diferentes recursos, ayuda para confeccionar el currículum, la carta de
presentación, herramientas para enfrentarnos a una entrevista de
trabajo, etc.
También
es interesante estudiar alguna cosa, hacer algún curso, ya sea para
ocupar nuestro tiempo, como alguna cosa que nos pueda ser útil de cara a
buscarnos un trabajo. Es mejor elegir los cursos en que tengamos que
desplazarnos, estar con otras personas, etc., antes que los cursos "on
line". Así nos obligamos a movernos y también a arreglarnos.
Este
último es un aspecto también bastante frecuente, el de "abandonarse"
uno mismo, el "para qué me tengo que arreglar". Es importante no
descuidar el aspecto personal, porque vernos bien delante del espejo nos
hace sentir mejor con nosotros mismos, y nos ayuda a evitar caer en el
auto-abandono.
Pensemos
siempre que nuestra situación, aunque difícil, es temporal, tarde o
temprano cambiará. Pero mientras, es preciso que sigamos viviendo con la
dignidad que merecemos, haciendo cosas que nos llenen, en definitiva,
continuar siendo personas normales y corrientes, personas de pleno
derecho.
Telf.:
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