Mi amigo Jacobo
me regaló hace tiempo un libro: Los
cuatro acuerdos, del Dr. Miguel Ruíz. Ahora, que por culpa de un esguince
en el pie estoy más quieta, he aprovechado para terminar de leerlo. Hoy quiero
compartir con vosotros un resumen de este libro, que me parece interesante. Es
de aquellos que te hacen pensar, reflexionar, que tiene cosas con las que estás
absolutamente de acuerdo y otras que no... Si queréis, leedlo y opinad por
vosotros mismos.
A medida que
aprendemos qué es el mundo, qué es la vida, vamos haciendo muchos acuerdos con
nosotros mismos: acordamos cual es nuestra fe, en qué cosas creemos y en cuales
no, cuales nos interesan, cómo actuar, qué código de valores utilizamos, y
muchos otros acuerdos. El Dr. Ruíz propone hacer cuatro acuerdos básicos con
nosotros mismos para mejorar nuestra vida.
1. Sé impecable
con tus palabras
Tu intención se
pone de manifiesto a través de tus palabras. Son el poder que tienes para
comunicar, puedes crear un sueño o destruir aquello que te rodea. Lo que decían
de ti cuando eras pequeño te lo creías: “eres muy listo”, “eres manazas”, “eres
guapo”, “eres feo”... Como adultos, debemos asumir la responsabilidad de
nuestros actos y de nuestras palabras. Usamos las palabras para transmitir
nuestro amor, pero también para expresar rabia, celos, envidia, odio... Los
cotilleos son puro veneno: juzgamos a los demás, transmitimos información
malintencionada. Tu opinión sólo es tu punto de vista, no ha de ser
necesariamente verdad. Usa las palabras para decir cosas buenas de ti mismo y
de los demás.
2. No te tomes
nada como personal
Cuando alguien
opina algo malo de ti, en realidad está obedeciendo a sus propios sentimientos,
creencias y opiniones. Si te tomas las cosas de una forma personal, te
conviertes en una presa fácil para los malintencionados. Te comes su basura
emocional y la haces tuya. Ni siquiera las opiniones que tienes sobre ti mismo
son necesariamente ciertas: así pues, no tienes ninguna necesidad de tomar
cualquier cosa que oigas de una forma personal. Si alguien no te trata con amor
y respeto, el hecho de que se aleje de ti es un regalo.
3. No hagas
suposiciones
El problema de
las suposiciones es creer que son ciertas. Muchas veces tenemos miedo de hacer
aclaraciones y entonces hacemos suposiciones. Y las damos por ciertas. Es mejor
preguntar que suponer. A menudo suponemos que nuestra pareja sabe qué pensamos
y que no hace falta que se lo digamos. Y esto da lugar a muchos malentendidos.
Cuando nos falta una parte de la información tenemos la necesidad de llenar
este vacío, y tendemos a suponer, en lugar de preguntar. Y después pretendemos
creernos nuestra propia suposición y lo que es más grave, hacerla creer a los
demás.
4. Haz siempre
todo lo que puedas
Si te encaminas
hacia el bien, hacia un proyecto, y haces tanto como puedes, no importa si lo
haces bien o mal: te sentirás bien contigo mismo. Si nos gusta lo que hacemos y
hacemos lo máximo posible, nos sentiremos felices y disfrutaremos de nuestra
vida. Si una cosa se hace por obligación, no haremos tanto como podamos. La
inacción es una forma de negar la vida. Sentarse durante horas delante del
televisor cada día manifiesta un miedo a vivir. Debemos emprender la acción.
Emprender la acción es estar vivo y expresar el propio sueño. Si haces tanto
como puedas en la búsqueda de tu libertad personal y de tu autoestima
descubrirás que encontrar aquello que buscas es sólo cuestión de tiempo. Y si caes,
no te juzgues, ni te hagas la víctima: levántate y sigue adelante.
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